¿Por qué tratar la enfermedad periodontal?

• Encías sanas: reducción de inflamación, sangrado y mal aliento.
• Prevención de movilidad dental: protege el hueso y el ligamento periodontal.
• Mejor pronóstico de tratamientos: ortodoncia, implantes y restauraciones duran más.
• Bienestar general: control de factores asociados como diabetes, embarazo o tabaquismo.

Señales de alerta

• Sangrado de encías al cepillarte o usar hilo dental.
• Encías rojas o inflamadas, sensibilidad o dolor.
• Mal aliento persistente (halitosis).
• Retracción gingival, espacios entre los dientes o movilidad.

Evaluación y diagnóstico

1. Historia clínica y evaluación de hábitos (higiene, tabaco, salud sistémica).
2. Periodontograma: medición de bolsas, sangrado y movilidad.
3. Estudios radiográficos para valorar el nivel óseo de soporte.
4. Plan de tratamiento personalizado según severidad y factores de riesgo.

Tratamientos periodontales

• Profilaxis y educación oral: instrucción en técnica de cepillado e higiene interdental.
• Raspado y alisado radicular (RAR): desinflama encías y reduce profundidad de bolsas.
• Cirugía periodontal selectiva: acceso a bolsas profundas y corrección de defectos.
• Injertos de encía y procedimientos para cobertura radicular (recesiones).
• Mantenimiento periodontal programado para evitar recaídas.

Cuidados en casa y mantenimiento

• Uso diario de cepillo e hilo/cepillos interdentales.
• Enjuagues recomendados por el profesional cuando sea indicado.
• Control de placa y sarro con limpiezas periódicas.
• Atender factores de riesgo: tabaquismo, control glucémico, bruxismo.